9 Motivos que pueden llevar a tu empresa a la bancarrota

9 motivos que pueden llevar a tu empresa a la bancarrota

Seguro que alguna vez has oído este dato: solo un 25% de las empresas de nueva creación sobreviven a su primer año. Las cifras varían de un estudio a otro, pero siempre son similares: entre un 75% y un 80% de las empresas quiebran antes de cumplir el año. Quizás pienses que, por haber sobrevivido al año ya estás fuera de peligro, pero lo cierto es que las cifras tampoco son muy alentadoras a partir del año. Un 60% de las empresas se declaran en quiebra en su segundo año de vida, un 45% en el tercero, un 36% en el cuarto y un 29% en el quinto. Y es que evitar que tu empresa vaya a bancarrota es algo a lo que debes prestar especial atención en sus primeros años de vida, y no solo en los primeros meses.

9 razones que pueden llevar a tu empresa a la bancarrota
Estos son los motivos más frecuentes que pueden llevar a una empresa a la bancarrota.

Razones que harán que tu empresa vaya a bancarrota

Montar un negocio no es un camino de rosas y todos quieren formar parte de ese 20-25% que sobrevive al primer año. Y aunque hay razones ajenas a ti que pueden llevar a tu empresa a la bancarrota, lo cierto es que hay mucho que puedes hacer para encauzar tu negocio en la dirección correcta. Por eso, vamos a ver 9 motivos que pueden llevar a tu empresa a la bancarrota y que te ayudarán a identificar puntos de mejora que aumenten tus probabilidades de supervivencia.

Razones de que una empresa vaya a bancarrota
Evitar que tu empresa vaya a bancarrota está en tus manos, solo tienes que aprender a evaluarla con perspectiva.

1. No contar con fondos suficientes

Muchos emprendedores cometen el error de empezar su negocio sin tener suficiente dinero. Una razón muy habitual de la quiebra de nuevas empresas es la falta de un fondo de contingencia que permita cubrir costes imprevistos o de emergencia.

Un negocio con fondos insuficientes y que además no tenga beneficios (lo más habitual en los primeros meses de cualquier nueva empresa) puede acumular miles de euros de deuda en muy poco tiempo.

Para evitar esta situación debes planificar bien los primeros meses de vida de tu negocio para evitar la bancarrota a toda costa, y una buena forma de hacerlo es contar con una reserva de dinero o tener la opción de pedir un crédito que te permita asumir imprevistos.

2. Rigidez en la estrategia

Muchas nuevas empresas han terminando hundiéndose porque sus propietarios se «enamoraron» de su plan maestro o gran estrategia y no supieron o quisieron reconducir la situación cuando aún estaban a tiempo. De hecho esta es una de las razones más habituales de la bancarrota de empresas de nueva creación.

No importa cómo de buena sea tu estrategia, si no produce resultados no vale ni un céntimo. En esta situación muchas personas tienden a seguir con esa estrategia inicial aunque no vean resultados, bajo el pretexto de que necesita tiempo o que terminará dando resultados. La gran mayoría de veces esta situación culmina con una deuda enorme para la empresa.

Cuando diseñes tu plan maestro deberías grabarte a fuego lo siguiente: ese plan no es lo único que importa. De hecho, lo único que importa es el éxito y que no llevar a tu empresa a la bancarrota. Por eso, deberías asegurarte de que tu plan sea factible y que puedas ajustarlo conforme a la realidad y el día a día de tu negocio.

Contar con un software de gestión de PYMES que te permita consultar datos en tiempo real y detectar puntos de mejora antes de que se conviertan en un problema es una opción muy interesante a considerar. Eso sí, evita trabajar con un software que te suponga una inversión inicial muy grande, es mejor optar por una solución con cuota mensual que permita la baja en cualquier momento. De esta manera, si finalmente nuestro negocio no sale adelante, no habremos asumido un riesgo demasiado grande.

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3. No conocer a los clientes

Uno de los pecados capitales en el ámbito empresarial es no conocer a tus clientes. Imagina un vendedor de coches que está tratando de vender un coche a alguien sin tener ni remota idea de quién es. Sin información sobre las preferencias del cliente no tienes pistas sobre qué enfocarte a la hora de vender. Y eso es lo que sucede cuando no haces un estudio previo de tus potenciales clientes.

Algunas ideas que te pueden ayudar a aprender más sobre ellos:

  • Haz un estudio de mercado previo.
  • Estúdiate las estadísticas de Google y Facebook.
  • Realiza encuestas.
  • Realiza entrevistas personales.

Es importante también tratar de no ser demasiado dependiente de uno o unos pocos clientes. Si tienes un cliente que supone el 70% de tus ingresos y deja de comprarte la situación puede llegar a ser muy complicada.

Evitar que una empresa quiebre
Para evitar que tu empresa quiebre lo primero que debes asumir es que la satisfacción de tus clientes debe ser tu prioridad.

4. Competir en precio

Si tu negocio crece pero tu margen de beneficio baja continuamente, algo no estás haciendo bien. Esta estrategia puede beneficiarte a corto plazo y bajar los precios continuamente puede ayudarte a adelantar a tu competencia, pero al final repercutirá negativamente en tus productos o servicios.

Se trata de una estrategia que no es sostenible a largo plazo, sobre todo cuando hablamos de industrias donde los márgenes de beneficio ya son, de por sí, muy bajos.

5. Mala gestión del dinero

Cuando hablamos de dinero, la improvisación nunca es una buena idea. Lo más probable es que, si improvisas con tu presupuesto te quedes muy corto/a respecto a los beneficios esperados.

Planificar el presupuesto es crucial para cualquier negocio, no importa si es la panadería de debajo de tu casa o si es Coca-Cola. Apuesta por profesionales y contrata un experto contable que te ayude a gestionar tu dinero de la forma más eficiente.

6. Falta de liderazgo

Tu negocio depende de la gente que forma parte de él. Si no la tratas adecuadamente no es arriesgado vaticinar que, en unos meses, llevarás a tu empresa a la bancarrota.

No es necesario romperse la cabeza para crear una cultura corporativa muy elaborada, sobre todo si hablamos de empresas muy pequeñas, de 5 o 6 personas. La mayoría de veces un buen líder solo tiene que asegurarse de tener una buena relación con los empleados y conseguir que se involucren con la empresa.

Un fallo muy habitual entre líderes es caer en el micromanagement. Un micromanager es aquel que trata de controlar absolutamente todo lo que hacen los empleados, incluso los detalles más irrelevantes. Este estilo de liderazgo hace que nos centremos en detalles sin importancia en lugar de contemplar la situación con perspectiva y centrarnos en lo realmente importante, suponiendo grande obstáculos para la productividad y la rentabilidad. Y es que, es normal que quieras hacerlo todo perfecto o que te disgustes con los fallos de los empleados, sobre todo si se trata de tu propio negocio, pero si no les dejas crecer al final tendrás que lidiar con un empleado que no se siente preparado.

En muy resumidas cuentas, si logras que tus empleados estén en sintonía con tus motivaciones y, además, les ofreces un sueldo competitivo, tu empresa prosperará.

7. Depender de ciertos empleados

Este problema es muy común entre empresas jóvenes. Cuando empiezas, hay muchos procesos que realizar y mucha faena que sacar adelante, y contratas suficiente personal para cubrirlo. Terminas trabajando con un equipo capaz de asumir tareas múltiples y variopintas, y son ellos quienes logran que tu negocio sea un éxito.

Con el tiempo, se convierten tan buenos en esas tareas que, si pierdes a uno de ellos, sabes que perderás beneficios ese mes. Esta situación puede llevar a tu empresa a la bancarrota.

La dependencia del propietario o del jefe también puede ser un problema. Si tu empresa no funciona cuando estás de vacaciones significa que, o bien no has inspirado a tus trabajadores lo suficiente, o bien no has organizado correctamente el trabajo.

Evita tener que declarar tu empresa en quiebra
Los empleados multitarea pueden ser muy útiles, pero también puedes terminar dependiendo enormemente de ellos.

8. Falta de relación con los clientes

Como empresario/a, tu tarea es que el trabajo se haga y que te lo paguen. Como comercial, tienes que conseguir clientes satisfechos.

La gente no recomienda un negocio solo porque estén contentos con el resultado. Sus recomendaciones dependen de sus emociones. Sí, está claro que es importante realizar un trabajo impecable, pero si quieres que un cliente te traiga nuevos potenciales clientes, tendrás que hacer ese trabajo de una manera que le haga feliz.

Algo tan sencillo como tratar al cliente con una sonrisa puede ser la razón para que un cliente le recomiende tu negocio a un amigo.

9. No estar al tanto de normativas legales

Este factor no siempre tiene por qué estar en tus manos, pero deberías tenerlo en mente y actuar con agilidad ante cambios en la normativa que puedan afectar a tu empresa. Por ejemplo, si tienes un restaurante tienes que estar al tanto de todas las normas que existen para este tipo de negocio. Y no solo eso, tienes que estar al tanto de los cambios que pueda haber en esa normativa, ya que si no lo haces, puedes tener que desembolsar miles de euros en multas.

Y lo mismo aplica para cualquier otro tipo de negocio. Mantente al día sobre las noticias de tu sector y así lograrás evitar al máximo los problemas.

Trabajar con un software de gestión de confianza y conocer de primera mano a los programadores o responsables del mismo también es una buena manera de evitar este tipo de problemas, puesto que, en muchas ocasiones, los cambios en la normativa requieren cambios en la gestión de tu negocio que pueden simplificarse gracias a la informática.


En definitiva, hay muchas razones que pueden llevar a una empresa a la bancarrota. No todas van a depender enteramente de ti. Hay factores económicos, sociales, legales e incluso medioambientales que pueden influir en el devenir de tu negocio, pero también hay muchos factores internos que está en tus manos trabajar para aumentar las posibilidades de supervivencia. Y, de hecho, la mayoría de empresas que no sobreviven a los 5 primeros años, no lo consiguen por cuestiones de gestión o estrategia.

La supervivencia de tu negocio está en tus manos, solo tienes que ser inteligente y observar tu empresa con perspectiva que te permita ajustar tu estrategia en todo momento.

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2 comentarios

  1. ME PARECE MUY BUENA LA FORMA DE EXPOSICION, Y LA FORMA DE DETALLAR LAS PROBLEMATICAS, OBVIO ES PERFECTIBLE, EN HORA BUENA, , SI AYUDA LA EXPLICACION, A VECES SE EMBROLLA UNO DE MAS, USAR EL SENTIDO COMUN

  2. Mejor producir que revisar y analizar: Pueden haber empresas que prefieren estar produciendo para mantener sus equipos de trabajo activos y sus maquinarias en funcionamiento; que detenerse a revisar si el negocio que ocupa sus recursos si dejara una ganancia razonable. Producir por que si yo no la hago lo hace el otro sin conocer las estrategias y los costos de nuestros competidores es una mala decisión para nuestro negocio y arriesga nuestra estabilidad. Mi negocio lo evaluó yo y en razón a ello genero mi lista de precios; obviamente siempre tiene que estar en constante valoración por que tampoco podemos estar por fuera del mercado.

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